Costo por uso (CPU) o porque lo barato y lo de diseñador en realidad salen caros
Y un tip para evitar el botonazo. Entrada #60
Primero lo importante: Evitar el botonazo (así si no lees el resto del newsletter, igual te fuiste con algo útil).
¿Porqué acabamos de comer y de repente nos empieza a apretar la ropa? ¿Es culpa de los 7 taquitos, la coca y el postre que me eché? Si y no. En realidad, el problema empezó mucho antes, en un probador en el que probablemente escogiste la talla equivocada.
La mayoría de nosotros, cuando nos probamos la ropa lo hacemos de pie, nos vemos en el espejo y si se ve bien, la compramos. Aquí falta un paso, porque tu cuerpo de pie, no es lo mismo que tu cuerpo sentado. Una vez que te sientas, todo se reacomoda y tu cintura ocupa unos cm adicionales. Sólo por sentarte, sin que comas nada.
Lo ideal aquí es que te sientes en el probador y veas como te queda, pero no todos los probadores tienen dónde sentarse. Para ayudarte, una regla es que acomodes dos dedos entre tu cintura y tu estómago y el pantalón se sigue sintiendo cómodo. Si ya te aprieta, prueba la talla de arriba, porque una vez que te sientes, te vas a sentir incómodo y es muy rara la prenda que vayas a usar sin sentarte ni una sola vez en el día.
(Como tip extra, otro punto de ajuste de los pantalones son las rodillas. Si alguna vez subiste de peso o tu secadora encogió tus jeans, sabes de lo que hablo. Es una tortura ir caminando y no poder dar el paso porque tus rodillas están ahorcadas dentro del pantalón. Para evitar esto, prueba a ponerte en cuclillas y revisa cómo se sienten las rodillas. Si no puedes, entonces apóyate en la pared y levanta la rodilla, la idea es asegurarte que haya suficiente espacio entre la tela y tú para que te puedas mover. )
Espero que estos dos tips te ayuden en tu siguiente compra de ropa y hablando de comprar ropa, vamos a pasar al concepto de Costo Por Uso, que te ayuda a decidir cuánto es muy poco y cuánto es demasiado.
Vamos a comparar una blusa que pides de un sitio chino que te cuesta $200 y te dura 3 lavadas antes de empezar a deshilacharse o despintarse tanto que pasa a ser tu blusa para el quehacer, esa blusa tiene un CPU de $200/3 = $66 pesos.
Otra opción es comprarte una blusa con mejor tela y mejores costuras, cuesta $800 y aguanta 20 lavadas, su CPU es de $800/20 = $40 pesos.
Y la última opción es comprarte esa misma blusa en una tienda de diseñador. Aquí te cuesta $1200 y tendría que durarte al menos 30 lavadas para que el CPU fuera el mismo que la blusa de $800. De lo contrario, estás pagando nada más por el logo pero no por mejor calidad. Y también tiene que gustarte lo suficiente para que la uses esas 20 o 30 veces.
Ahora expande esta idea a lo que pagas y tiene un consumo repetido.
Si sólo ves una serie en Netflix pero 5 películas en Star Plus, entonces tu suscripción de Netflix tiene un mayor CPU y tal vez sea momento de dejarla descansar un par de meses, para que se acumulen las cosas que quieres ver y desquites mejor ese mes que si pagas.
Si tienes membresía ilimitada en el gym pero vas dos veces al mes, pues tal vez obtienes un mejor CPU pagando sólo por clase individual. ¿Ya conocías este concepto de CPU? ¿A qué otro producto lo aplicarías?
Te veo la próxima semana y prometo dejar guardados los ejemplos de ropa por un tiempo.