A tiktok le gusta que programes. O al menos eso me está indicando el algoritmo. Basta con poner #programación #juniordev y #frontend para conseguir vistas. Nada de ser constante, dale al algoritmo lo que quiere y te paga con exposición.
Al admitir públicamente que estoy aprendiendo a programar viniendo de un área no relacionada y fuera de la edad promedio universitaria me han preguntado que cómo le hice. Y cómo quiero que este newsletter sea útil para ti, estés interesado en programar o no, aquí te van los dos trucos que más me han servido.
Avísale a tu ego que va a acabar con moretones.
Las primeras veces que quise aprender a andar en bicicleta estaba aterrada de caerme. Tan aterrada estaba que clase tras clase no avanzaba. Cuando por fin acepté que me iba a caer e iba a terminar con un par de raspones y moretones me puse el casco y en un par de días avance lo que en semanas no.
Pues para esto de aprender vas a tener que avisarle a tu ego que se va a caer del pedestal en el que está. Así que si tiene casco que se lo vaya poniendo porque va a acabar en el piso muchas veces.
Es de lo más incómodo no entender nada (ni siquiera los tutoriales para principiantes) y después de un par de días o semanas que los conceptos no hacen clic empiezas a dudar si realmente eres tan inteligente como creías antes de exponerte a algo completamente nuevo.
Ese es el equivalente a una caída en bicicleta para tu ego.
Va a empezar a susurrarte que porque mejor no te regresas a dónde estabas antes, dónde ya eras alguien reconocida, con credenciales, con un lugar en la escalera de poder, en lugar del inútil que está dando saltos para llegar al primer escalón.
Aquí tienes que contrarrestar esa tentación recordando que tú eres el que controla a tu ego y no al revés.
Tal vez lo distraes haciendo algo en lo que si eres bueno para recordarle que no eres un completo fracaso en todo.
Tal vez te lo tomas con humor y le dices que si, que estás haciendo el tonto pero lo estás disfrutando.
Tal vez te pones en modo mamá y lo mandas a dormir, diciendo que lo vas a despertar cuando ya hayas avanzado y pueda presumir los logros que llevas.
El punto es que tu ego va a acabar recibiendo un baño de humildad y eso es sano. El peor alumno es aquel que cree que lo sabe todo y se cierra a escuchar a su instructor.
Piensa como araña
Si te digo que tienes telarañas en el cerebro, vas a creer que te digo anticuado. Para nada, con telarañas me refiero a una red que conecta varios conceptos, que se tiene que ir construyendo con el tiempo, que se puede expandir y que entre más grande sea, mejores “presas” atrapa.
Entonces tu estrategia es similar a la de la araña: ¿cuáles son mis puntos de conexión para poder conectar este nuevo conocimiento a lo que ya está en mi mente?
Que estés aprendiendo algo desde cero, no quiere decir que tengas que acomodar ese conocimiento en una red aparte. Es más efectivo buscar cómo puedes conectarla a lo que ya sabes hacer. Te doy dos ejemplos
Cuando tenía que asegurarme que el producto llegara desde el campo en Jalisco hasta un Walmart en Pennsylvania me iba imaginando las cargas y las descargas de cada trailer en todos los puntos importantes del camino: que si en empaque, que si en el cruce de frontera, que si en el almacén del norte de USA, etc.
Ahorita que deje de lidiar con tomates y empecé a lidiar con archivos, visualizo esa misma ruta en mi cabeza, haciendo el recorrido entre exports e imports hasta que ese pedacito de código llega hasta el archivo que la va a ejecutar.
Cuando empecé a estudiar inglés, no me quedó de otra que memorizame conjugaciones de los verbos irregulares hasta que los tenía en la punta de la lengua.
Ahora que estoy aprendiendo programación, cada uno de los tipos de datos tiene instrucciones preprogramadas de qué puedes hacer con ellos: hay datos que puedes acomodar, filtrar, transformar, pasar a mayúsculas, convertir a números o convertir a texto y muchas cosas más.
Así que mi mente los empezó a ver como verbos irregulares, que tenían pegados a ellos palabras especiales para poder utilizarlos. Array.sort, Array.map, Array.slice se convirtió en mi nuevo Am, Was, Were. (Disculpas si removí algún trauma con el verbo To Be)
Puede que ya no tengamos la neuroplasticidad de los niños ahora que estamos aprendiendo pasando los 25. Lo que si tenemos es una biblioteca completa de experiencias que podemos traslapar con el nuevo conocimiento que queremos meter a nuestra mente. Así que piensa como araña: en conectar.
Si tienes alguna otra duda sobre esto de aprender sin escuela, deja un comentario o contesta este correo. Consideraré contestarla en una próxima entrada.