Te voy a explicar un concepto que te puede ayudar a conseguir a tu siguiente novio o novia o a encontrar tu siguiente trabajo.
¿Recuerdas cuando eras niño y saliendo de la escuela le rogabas a tu mamá que te diera dinero para comprarte los sobrecitos con estampas para completar tu álbum? Ya fuera que se los compraras al señor que se ponía en la entrada o a la señora de la papelería, tú querías comprar si o si. Inevitablemente llegaba el punto en el que por cada 4 sobres, te salían 1 o 2 estampas nuevas y el resto eran puras repetidas.
En el recreo sacabas tus estampitas repetidas, buscando cambiarlas pero tus amigos también tenían las mismas porque todos las compraban en el mismo lugar. Entonces los domingos, cuando se juntaba toda la familia en casa de tus abuelos, llevabas tus estampitas. Como tus primos iban a una escuela en otro lado de la ciudad, si tenían repetidas pero no eran las mismas repetidas que tú tenías, así que de ese intercambio salían un par de páginas completadas.
Empezaron las vacaciones de verano y tú seguías sin completar tu álbum y sin ir a la escuela para poder comprar más estampitas. Ya hasta estabas considerando mandar una carta a la dirección que viene en la última hoja para que te manden las que te faltan cuando tienes un golpe de suerte. Tus primos los que viven en otro estado van a venir a quedarse con tu mamá y también están coleccionando el álbum del mundial. Así consigues completarlo, porque ellos traen estampitas que nunca habías visto.
Aquí las oportunidades son como las estampitas del ejemplo. Cuando tu empiezas a buscar pareja o a buscar trabajo, como tus amigos más cercanos son gente que se mueve en círculos parecidos al tuyo (compran en la misma papelería sus sobres), eventualmente te van a acabar pasando las mismas vacantes o presentando a las mismas personas.
Para realmente conseguir estampitas nuevas u oportunidades a las que no puedes llegar por ti solo, hay que cultivar la relación con los “enlaces débiles”, esos primos de la historia que se mueven en otros círculos, ya sea porque decidieron estudiar medicina y contaduría cuando tú te fuiste por ingeniería civil, o porque viven en otra zona de tu ciudad o incluso en otro país. No los ves tan seguido pero ellos aportan una diversidad a las oportunidades que los más cercanos no te pueden dar. Por eso vale la pena el esfuerzo de ir creando y manteniendo esas relaciones.
Si tienes alguna historia en la que gracias al primo de un amigo conseguiste un cliente para tu negocio. O tal vez el amigo de un amigo te presentó a tu futura esposa en una fiesta en la que solo conocías a tu amigo, ya has experimentado el poder de los enlaces débiles en tu vida.
Una excusa para reconectar con ellos es compartirle este texto a quien te vino a la cabeza al leer esto.
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