Hace dos años decidí estrenar un auto: la auto-compasión. Y olvídate de Uber, el transporte público o los aviones privados, este auto es la mejor manera de viajar por la vida. Como prueba te dejo el ejemplo del viaje más reciente que he tomado con ella y el destino al que llegamos.
¿Te ha pasado que cometes un error tan pequeño que no te das cuenta que lo hiciste hasta que vives las consecuencias? Pues el lunes pasado no metí la comida al refrigerador en cuanto llegue de la cocina económica. Así que se quedó otra hora y media a temperatura ambiente, según yo para que se enfriara y poderla guardar en el refri. Según las bacterias porque me estaba poniendo buena gente y dándoles el ambiente propicio para crecer.
Acabé enferma del estómago y me la pasé con sueros y carreras al baño. El miércoles me tocaba ir a clase de Pilates. Cuando vibró mi pulsera para despertarme, lo que menos quería era hacer abdominales.
Fue en este punto en el que apareció la auto-compasión a recogerme: me dijo que bastaba con que fuera a clase, aunque no pudiera terminar todos los ejercicios. Así que me subí y llegamos a la clase. Entre ejercicio y ejercicio, yo estaba checando con mi cuerpo para ver que tanto le podía pedir y en qué momento tenía que parar.
Antes de la auto-compasión, tenía una mentalidad de todo o nada. Si iba a hacer ejercicio, tenía que darlo todo para que contara la asistencia. Cuando andaba desvelada, enferma o con baja energía, iba y me la pasaba regañándome a mí misma porque no hacía todo tan bien como sabía que podía hacerlo. Aunque la mayoría de las veces no iba y el hábito no alcanzaba a formarse.
Ahora que estoy viajando con la auto-compasión descubrí que lo que odiaba no era el ejercicio, sino toda esa crítica negativa a la que yo solita me exponía. También he ganado la constancia, porque tal vez no hice todas las repeticiones pero algo es mejor que nada. Y al empezar a escuchar a mi cuerpo, no sólo me detengo antes de lastimarlo, también he descubierto que soy capaz de hacer más cosas de las que creí, porque los límites están más lejos de lo que mi miedo les había colocado.
Espero que esta semana te des una oportunidad de viajar en este auto. Y si crees que hay algún amigo al que le haría bien cambiar su auto por este nuevo modelo, recuerda compartir este texto.
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