En el que te cuento la realidad de un sábatico. Entrada #18
Descubrimientos, aprendizajes y teorías
1° diciembre de 2021 renuncié a mi trabajo con la idea de tomarme al menos un semestre sabático, extendible a un año. Empecé mi mini-jubilación con muchas teorías al respecto, las cuáles he ido documentando en tiempo real en este espacio.
Cuatro meses vividos dentro de este sabático, te comparto los descubrimientos que he hecho y un poquito sobre cómo se siente. Lo que ha sido genial, lo que no ha estado tan genial, aquí. Y cierro con un par de teorías de lo que va a pasar después.
Los descubrimientos
Soy bastante modesta en mis aspiraciones.
No sé si es la pandemia, mi temperamento o la rodilla que a veces me truena pero este sabático no es à la Tim Ferris de me voy a un airbnb Argentina a aprender tango y de ahí a Tailandia a volverme campeona de artes marciales mixtas, viviendo en un hotel todo incluido.
Estoy feliz y satisfecha viviendo en mi ciudad de origen, estudiando programación en línea y tomando un curso de panadería. ¿La parte de aprender? me encanta, ¿reubicarme en una ubicación exótica? No me llama la atención.
Estaba más cansada de lo que suponía/admitía.
He tenido dos semanas en las que, literalmente, no he hecho más que dormir y preparar comida para no morir de hambre. No me pegó ese cansancio en cuanto deje de trabajar, sino unos dos meses dentro del sabático, en el que mi cuerpo y luego mi mente me obligaron a tomar una pausa. Fue un recordatorio de que necesito cuidarme mejor.
Un sabático es un lujo pero tú tienes la libertad de escoger tus lujos.
Hay quien se compra carros europeos. Hay quien se gasta su dinero en recorrer el mundo. Yo uso mis ahorros para comprarme tiempo. Tiempo ahorita que estoy joven, sana y los que me importan están conmigo.
Es un lujo que me puedo dar porque cuento con cuatro redes de seguridad: mis ahorros, mi pareja, mis papás y mi plan Z. Para tomarte un sabático y que no te coma la ansiedad, sugiero tener al menos dos redes de seguridad que amortigüen.
Hablando de ansiedad, tus preocupaciones no se desaparecen, solo se reemplazan.
No tener que lidiar con el drama y la presión de la oficina, es genial. Eso no significa que esté viviendo en un estado de Hakuna Matata permanente. Aunque creo que haciendo cuentas, ahorita tengo menos preocupaciones que cuando era empleada, entonces salgo ganando.
Si me gusta trabajar.
Ya encontré la respuesta a ¿qué harías de tu vida si no tuvieras que trabajar un solo día? Honestamente, encontrar otro trabajo.
Sentiría mis días mucho más caóticos de no ser por el trabajo de medio tiempo que tengo como profesora. Y sospecho que me sentiría perdida si no tengo una actividad que implique un compromiso con los demás en vez de conmigo misma.
Además que esa chamba de medio tiempo aumenta la cantidad de tiempo que puedo seguir en sabático porque en lugar de vivir de mis ahorros, pago las cosas con mi sueldo.
Al menos para mí, en este momento de mi vida, el trabajo es a la vez un deber y un gusto.
Hay cosas que no haces no por falta de tiempo sino por falta de ganas.
¿Recuerdas esa lista interminable de pendientes que ibas a hacer en las tardes o el fin de semana? Al fin tienes tiempo para hacerlos y aquí es cuando reconoces que hay cosas que realmente no hacías porque no las quieres hacer. Hay 3 sopas: te aguantas y las haces, pagas para que alguien más las haga o las tachas de esa lista.
Los aprendizajes
Me gané una mini-crisis de identidad
Y eso que yo predicaba en todos lados que tu trabajo no te define, que eres más que tu trabajo. Aún así, se siente que pierdes esa partecita de quién eres y te sientes medio desorientado en lo que asumes tu nueva identidad. Si tienes jubilados a tu alrededor, platica con ellos.
Te cae encima una culpa enorme por dejar de ser un “miembro productivo de la sociedad”.
De este punto tengo un ensayo completo que discutir en otro correo pero te prometo que te sientes muy incómoda, creo que es porque tu manera de darte valor deja de coincidir con el de los demás. También te cae encima una tonelada de preguntas y de juicios.
Cambia tu tipo de inversiones.
Antes, mi principal activo de inversión era el dinero, ahora es el tiempo.
Durante los primeros años de carrera profesional mi objetivo era trabajar para pagar la deuda de mi carro y mi maestría, luego trabajar para invertir mi sueldo y asegurar mi jubilación, luego trabajar para ahorrar y poder pagarme esta pausa.
De diciembre para acá he pasado más tiempo con amigos y familia que en los últimos 4 años. Es tiempo que se disfruta más porque no voy corriendo a hacer lo siguiente en la lista. Es tiempo en el que tienen mi atención completa porque no tengo en mente la lista de correos por revisar y llamadas que hacer.
También le he invertido tiempo a conocer personas geniales a través de internet. Este newsletter es un ejemplo de ello, especialmente cuando me contestan los correos y me cuentan que está pasando en su pedacito del mundo.
Y ese tiempo adicional dedicado a las relaciones está dando frutos, siento que existe una comunidad de personas a mi alrededor que se preocupan por mí y a las que puedo ayudar.
Por poco y pierdo una de las habilidades más importantes para la vida.
En algún punto entre mis 20 y mis 28, me enfoque tanto en darle valor a mi tiempo que mi capacidad de pasar el tiempo solo porque sí, se vio gravemente reducida.
Adiós a la espontaneidad, hola a la culpa por “estar perdiendo el tiempo”.
Si no fuera por los sobrinos que conocí en mi último viaje familiar y por este libro y este otro, yo ni en cuenta de que me estaba perdiendo de esa parte de mí.
Quité tanto de mi calendario el espacio para jugar que se me olvidó como hacerlo.
Poco a poco voy recuperando esa parte de mi que pasa una tarde armando legos, horneando y decorando cupcakes, garabateando fantasías en un cuaderno, metida en wikipedia averiguando de un tema que le interesa o simplemente, mirando el techo, aburrida como no lo ha estado en años.
¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo solo porque querías hacerlo, en lugar de ver cómo beneficiaba a tu yo inmediato o futuro?
Obtuve el espacio de considerar qué es lo que realmente quiero.
Aplica para objetos materiales y experiencias porque la cantidad de dinero es limitada, entonces lo piensas dos veces antes de sacar la tarjeta de crédito.
Lo que te acabas comprando es porque realmente lo quieres y vale la pena perder ese pedacito de tus ahorros. A principios de mes invité a mis papás a comer a un restaurante de cocina de autor mexicano y es uno de los mejores gastos que he hecho en mi vida.
¿Cuál es una de esas cosas en las que sientes que tu dinero estuvo bien gastado?
También es válido para las actividades que quieres hacer.
He sido lo bastante afortunada para recibir algunas ofertas de trabajo en este periodo y a todas les he dicho que no, unas porque el salario era muy bajo, otras porque lo que iba a aprender no es más interesante que aprender a programar, entonces sigo con mi plan original.
Por el contrario, hay actividades que quería hacer desde el año pasado pero dudaba por la cantidad de tiempo que demandan, ahora que tengo ese tiempo, veo si siguen las ganas de hacerlas y en el caso de los Talleres de Cadena de Suministro para PYMES, la respuesta es que si. Seguir creando contenido, si, se queda. Me encuentras en facebook, tiktok, twitter y en tu correo, si es que estás suscrito.
Las teorías
¿Se pondrán de moda los sabáticos así como está de moda renunciar para irte de emprendedor?
En ambos casos estás renunciando a un empleo estable para hacer algo que te gusta, con la ventaja de que en el sabático lo puedes hacer sin pedir prestado y sin la presión de montar una empresa.
Si sientes que tu alma muere lentamente en tu empleo actual, tal vez lo que necesitas es tomarte una pausa, no irte de freelancer.
¿Serviré de ejemplo?
Así como fui la primera en irse de intercambio al extranjero y varios de mis primos vieron como si se podían ir ellos también, espero ser agente de cambio y ahora que se están graduando y empiezan su vida laboral, que sepan que se vale tomar pausas, explorar y luego retomar.
Aquí confieso que también espero inspirarte a ti, que me lees a considerar está opción de las mini-jubiliaciones.
El dinero, el juego, el descanso, la comunidad, la curiosidad, son la gasolina que te permite seguir avanzando en la vida. Una de las mayores trampas es obsesionarse sólo con una y sacrificar las demás. El sabático es una pausa que te da el espacio, el tiempo para descubrir en qué trampas caíste y encontrar la manera de salir de ellas.
La pregunta
Esta vez estoy lanzando un Ask me anything, si hay algo que quieras saber sobre algún tema de este newsletter: aprender a aprender, aprender a programar, estar de sabático o planeación de vida, responde este correo o deja un comentario, voy a hacer un correo especial en el que respondo las preguntas de mis suscriptores.
Te veo el próximo miércoles.
p.d. Si compras alguno de los libros que te recomiendo, a ti te cuesta lo mismo y yo recibo una pequeña comisión por ser parte del programa de Amazon Afiliados.
Hey Clau! que tal?
yo agradezco que hagas este newsletter porque justo pasa pormi cabeza aquello del sabático o simplemente dejar un "buen empleo" por buscar una satisfacción personal, sin embargo veo que lo tenías todo muy bien planeado, cosa que siento que a mi me falta y que en realidad me asusta pero siento que entre más pasa el tiempo más dificil me es tomar esa decisión.
Sigue platicandonos tu experiencia y luego te platico yo la mía con respecto a este tema tan complicado en mi cabeza en estos momentos
Gran abrazo, saludos!