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Hola, ¿cómo estás?, ¿ya tienes listo el menú para la cena de navidad? ¿ya escribieron su cartita a Santa para dejarla en el árbol? Yo decidí escribirle este año al Santa de los Godínez pidiéndole mi trabajo ideal. Ese trabajo ideal que tiene las mismas posibilidades de existir que el príncipe azul.
Ahora que tomé una pausa, estoy evaluando posibles carreras alternativas y como ejercicio, decidí reflexionar qué es lo que quiero en mi siguiente pedacito de carrera. Una vez elaborada mi lista de deseos, voy a comparar mi investigación contra cada elemento de la lista. Y aquí me gustaría decirte que tengo un método super científico o recomendado por un libro, pero en realidad esto es más empírico.
El Servicio
Para encontrar los elementos de mi lista me estoy haciendo 4 preguntas y reflexionando sobre los fantasmas de los trabajos pasados para encontrar las respuestas.
¿Qué me disgusta?
Un trabajo solo administrativo. Ya tuve un trabajo en el que mi responsabilidad era preparar documentos, entregarlos en tiempo y en la dirección adecuada. También me encargue de organizar y digitalizar los registros de años pasados. Me tarde unos 6 meses en organizar y crear sistemas para que mi trabajo me llevara el menor tiempo posible. El estrés era mínimo, leí muchos libros en esa etapa de mi vida pero me aburrí terriblemente.
Después tuve un trabajo que implicaba un balance diario de inventarios. El trabajo era bastante rutinario, compara las recepciones de producto contra las ventas del día anterior contra el inventario actual y encuentra las diferencias. Lo que me impedía aburrirme en ese trabajo era que yo era responsable de convencer al almacén de pagarme por las cajas extraviadas y que con cierta frecuencia tenía que entrenar a nuevas personas para que hicieran lo mismo que yo.
Así que mi primer elemento en mi lista del trabajo ideal sería una mezcla entre rutina y problemas a resolver que me saquen de la misma.
Otra cosa que me hizo salir de un trabajo es aprender cosas que solo sirven en una empresa. En este caso era un software super de nicho, busque en Linkedin, OCC, indeed y no encontré una sola vacante que lo mencionara en requisitos, busque en la página del software para ver que otras empresas lo ocupaban y solo encontre 3-4, todas en una industria muy distinta. Dedicarle años de mi vida a aprender algo que no me va a hacer más empleable no es un buen trato.
El segundo elemento en la lista es que lo que aprenda en una compañía (software, metodologías) debe ser valorado dentro de la industria en la que me empleo.
¿Qué me gusta?
Tener redundancia. En el punto anterior les comentaba que capacite a otras personas en el balance de inventarios. Fue la primera vez en mi carrera que formaba parte de un equipo con la misma descripción de trabajo en lugar de ser la única con esas responsabilidades y la verdad el cambio fue muy agradable. Tienes con quien motivarte cuando la chamba se pone pesada y con quien repartir la carga de trabajo cuando está muy desbalanceada, con quien alegrarte y quejarte cuando tu departamento sale en las noticias. Con quien rebotar ideas cuando tienes un problema que no sabes resolver. Gracias a esto tenía flexibilidad para tomar descansos, ya que sabía que hay alguien que puede hacerse cargo. Nada de estarte preocupando de que cuando regreses vas a tener una montaña de pendientes.
El tercer elemento de la lista es formar parte de un equipo.
Bloques de 2 - 3 horas para trabajar. Esto lo descubrí cuando trabajaba los fines de semana y cuando mi día empezaba a las 7 de la mañana. Empezando a las 7, tenía dos horas en la oficina con el mínimo de gente, el mínimo de interrupciones y las juntas no empezaban hasta las 9am. Realmente podía concentrarme y avanzar en los análisis que se necesitaban. Lo mismo el sábado, las juntas estaban al mínimo y las interrupciones también. Otro espacio que encontraba así era después de las 6pm pero a esa hora normalmente ya ando cansada, estoy más fresca y productiva en las mañanas. Una de las cosas que más resentí al volverme jefa fue que la cantidad de juntas a preparar y asistir se multiplicó y mi horario quedó partido, a lo mucho tenía fragmentos de media hora, una hora para poder hacer el resto de mi trabajo.
El cuarto elemento de la lista es flexibilidad para determinar mi horario.
¿Qué me da curiosidad?
Aquí entran las alternativas que no sé si me van a gustar o no hasta que las pruebe.
Trabajar por proyecto. Tengo ese sueño en el que se me mide por el avance del proyecto y no por las horas que paso en la oficina.
¿Qué es no negociable?
Trabajo remoto en un horizonte de 3 años. Vengo de nueva, no saben cómo trabajo, entonces entiendo que siendo junior no me den de entrada una posición remota. Ya con unos años de experiencia bajo el brazo quiero tener la libertad de trabajar desde donde quiera porque sé que funcionó bien así. En mis últimos 5 años de trabajo mis jefes han estado a medio país de distancia, no tienen manera de supervisarme personalmente y aún así he cumplido con mis responsabilidades. Si encontré un par de trabajos en cadena de suministro con opción a remoto pero fue 1 de cada 30, en cambio en IT la proporción es más alta y la mentalidad de dejarlos trabajar desde donde prefieran ya la tienen.
Trabajo de lunes a viernes. Quiero tener los mismos descansos que mi familia y mi pareja, de manera de poder pasar el fin de semana con ellos.
El sueldo. No voy a ganar igual con 0 años de experiencia que con los 5 que ya tenía en cadena de suministro, me toca empezar de abajo y recorrer de nuevo la escalerita. Lo que sí es que los peldaños deben de ser comparables a lo que ganaría si me hubiera quedado en lo que estaba antes. Considerando que hay muchas compañías americanas que contratan en México porque somos mano de obra más barata que los nacionales con la ventaja de que trabajamos en el mismo huso horario, mis probabilidades de encontrar un sueldo equiparable son altas.
Y hasta aquí llega mi carta al Santa de los trabajos.
La pregunta
¿Qué pondrías tú en tu carta al Santa de los trabajos? Te leo.
Y aprovecho para desearte una muy feliz navidad, nos leemos el próximo miércoles.