La historia de la heladería de la esquina. Entrada #12
O el porqué el trabajo que te gusta va cambiando.
¡Hola! ¿qué tal pasaste el día del amor y la amistad? Espero que rodeado de mucho cariño.
En el newsletter de hoy, uso los helados para explicarte porque un trabajo no es para todos y porqué no todos los trabajos son para ti.
La historia
En busca del helado perfecto
Eras el niño más afortunado del mundo, abrió una heladería en la esquina de tu cuadra. Ahora eres un niño afortunado con una misión: encontrar tu sabor de helado perfecto.
Claro que tu mamá no quiere un niño todo hiperactivo por sobredosis de azúcar, entonces te limita a 3 bolas de helado por visita. En tu primer visita te vas por un clásico: fresa, chocolate y vainilla. Nada demasiado innovador, te comes tu helado y sientes que está bien pero no que has encontrado TU sabor.
En la siguiente visita pruebas chocochips, nuez y fresa. Acabas encontrando un sabor que te gusta más que la fresa: la nuez. Pero también acabas en el médico, resulta que eres alérgico a las nueces.
Esta mala experiencia no te quita las ganas de comer helados. Solo tienes más cuidado con la nuez y sus primos. Después de 6 meses de visita sabes que TU sabor de helado es el mango.
Pasa el tiempo, te mudas y en una visita a la casa de tus papás decides revisar si la heladería sigue ahí. No solo la heladería sigue ahí, sino que han renovado su lista de sabores.
Curioso, empiezas a probar sabores nuevos y te enamoras del helado de Matcha. Lo comparas contra el Mango que ha sido tu favorito durante todos estos años. El Matcha gana, tiene un sabor mucho más complejo. Emocionado, le das a tu hijo a probar y te hace caras: está muy amargo.
Después de unas cuantas visitas a casa de los abuelos, tú hijo ha encontrado su sabor: mantequilla de cacahuate. Lo miras con algo de envidia, tú te mueres por probar pero tu alergia te lo impide.
El servicio
En este ejemplo la tienda de helados es el mercado laboral. Para cada trabajo existe una cantidad de empleados disponible y para cada empleado, hay una cantidad de trabajos disponibles. En teoría, cualquier empleado puede hacer cualquier trabajo. En la práctica existe lo que los economistas llaman "Match-Quality" y que yo vengo a traducir como Calidad de Emparejamiento.
La Calidad de Emparejamiento es el grado de coincidencia entre el trabajo que alguien hace y lo que esa persona es, sus habilidades e inclinaciones. Cuando buscas tu sabor de helado perfecto, estás en realidad buscando un trabajo con un alto Match-Quality.
Hay ocasiones en que tú quieres mucho un trabajo pero no tienes las habilidades necesarias, como en el caso de el helado de nuez y el de mantequilla de cacahuate. Para ti, es un emparejamiento horrible, para tu hijo es un buen emparejamiento.
También se da el caso de que tus habilidades se van incrementando y tus inclinaciones cambian, así que lo que empezó siendo un buen emparejamiento, acaba bajando su calidad. Este es el caso del cambio entre un sabor sencillo, Mango, a uno más complicado, Matcha.
La pregunta
¿Cuál ha sido un trabajo en el que te hayas sentido como pez en el agua?, ¿cuál fue un trabajo en el que nada más no dabas una?
Libros serviciales
La historia de los helados es mía pero la idea de la Calidad de Emparejamiento la obtuve de mi libro favorito del 2021. Range / Amplitud, que defiende el ser un generalista que sabe un poco de todo en lugar de un especialista. Trae muchas ideas de las que te iré platicando pero si no quieres esperar, el libro lo encuentras aquí en inglés y aquí en español.
P.D. A partir de febrero 22 estoy en el programa de Amazon afiliados, lo que quiere decir que si compras uno de los libros que te recomiendo usando el link, yo gano una pequeña comisión y tú ganas un agradecimiento de mi parte sin que el artículo te cueste ni un peso más sobre su precio original.