Primer acto. Paloma llega emocionada con su primer dibujo qué hizo ella solita. Te cuenta cómo es que con sus colores dibujó la casa, las nubes, el sol y el pasto.
Paloma está en la mini C de la creatividad. Cada que intentamos algo nuevo, hay que ser creativos para movernos del no tengo nada a ya lo intente y salió esto. En este nivel de creatividad, el resultado no tiene valor para otros solo para ti.
Segundo acto. A los papás de Paloma les encanta el último dibujo que hizo con carboncillo así que lo enmarcan y lo ponen en la sala, porque les gusta verlo.
Paloma se movió de la mini C a la pequeña C de la creatividad. Recibiendo feedback y aplicándolo, lo que haces tiene valor para ti y para otras personas.
Tercer acto. Paloma entró a Bellas Artes para estudiar la licenciatura de artes visuales. Ha hecho algunas exposiciones en galerías y su trabajo es reconocido como creativo por los críticos. Paloma vende sus cuadros a través de Instagram y Tiktok. Sus followers quieren exhibir su arte en sus casas porque aunque no la conocen a ella, aprecian y se identifican con sus cuadros.
Paloma dió el brinco que muchos de nosotros no hacemos. Paso de la pequeña C de la creatividad al nivel Pro de la creatividad.. Este se logra a través de muchos años de práctica deliberada. Paloma ahora ejerce su creatividad tanto a un nivel profesional como en un entorno profesional. No todos los que están en este nivel logran vivir de su arte sin embargo todos lo intentan. En este nivel, al pasar de pasatiempo a medio de vida, la creatividad no basta, hay que complementarla con conocimientos de administración y de marketing.
Cuarto acto. Con el paso de los años, Paloma ha vendido sus cuadros a coleccionistas importantes. Sus obras están exhibidas en museos y galerías famosas. Sus colecciones se estudian como ejemplos dentro de las carreras de arte. En un par de décadas, Paloma será considerada entre las artistas más importantes del 2020.
Paloma ya llegó al nivel máximo de la creatividad, el de la gran C. Personas que logran llegar a este nivel, son recordados en los libros de historia. Se ganan ese lugar por el impacto que sus innovaciones tienen en el público en general.
De este modelo de las 4 C de la creatividad aprendí dos cosas.
Uno, no tienes que ser Steve Jobs para llamarte creativo. Todos somos creativos, sólo que a diferentes niveles. Steve está en la gran C, tú puedes quedarte en la pequeña C y ejercer tu creatividad en esa esfera. Aunque solo sea la pequeña C, ahí puedes encontrar satisfacicón.
Moverte de niveles de creatividad requiere de inversiones de tiempo y práctica exponenciales. El brinco de la mini C a la pequeña C es de metros. El de la pequeña C a la C Pro es de kilómetros pero la diferencia entre la C Pro y la Gran C es cómo la distancia de aquí a la luna. No basta el talento para brincar de un nivel al otro, hay que sudarle.