Hola
Esta semana ha sido un poco caótica, en lugar del post habitual, te traigo una pequeña historia que demuestra qué en todos lados aprendes algo.
Noches de casino
Cumplí 18 años y fui a sacar mi IFE. No por votar. No por comprar alcohol. Quería entrar al casino. Los siguientes tres años fueron de desvelos ante la mesa de juego. Actualmente ya dejé ese vicio, no sin que antes el vicio me dejara un par de aprendizajes. Te cuento.
Decide
Los albures son un volado, te ponen dos cartas de baraja española i.e. 7 oros y 3 copas. Van volteando el resto de la baraja hasta que salga 3 o 7. Es un juego sencillo, las partidas acaban rápido y tienes un par de minutos para decidir si tu dinero va en el 7 o en el 3.
El juego no te espera, así que tomas la decisión bajo la presión del tiempo y bajo la presión de saber que sin jugar, no hay manera de sacar dinero.
Planea según la meta
Los días que iba a divertirme llevaba 200 que cambiaba por fichas de 10 y tenía 20 turnos en la ruleta.
Los días que iba con la intención de ganar, 200 alcanzaban para 1 turno en la mesa de albures, así que tenía que llevar más $ para poder seguir jugando.
Concéntrate
Desde que ponías la primera ficha en la mesa, empezaba el registro mental de cuanto se había apostado, cuanto se había perdido y cuánto se había ganado. Sin importar lo que pasara (y pasa mucho en un casino), no podías perder esa cuenta.
Por sobre todo, lo que aprendes en el casino es a conocerte a ti mismo.
¿Realmente tienes la fuerza de seguir una estrategia o vas a ir brincando de corazonada en corazonada?
¿Realmente vas a mantener la cabeza fría y analizar que los resultados del albur anterior no afectan los resultados del siguiente cuando acabas de ver que el 5 de espadas ha ganado dos veces seguidas y ahora tienes que escoger por tercera vez entre el 5 de espadas y otra carta?
Y sobre todo, ¿realmente vas a tener la fuerza de pararte de la mesa cuando vas perdiendo o aún más difícil, cuando vas ganando?
En mi caso, no creí que el 5 de espadas ganara tres veces seguidas, así que aposte en contra y perdí. Fue ahí cuando decidí cortar mis pérdidas y pararme a cambiar mis fichas por dinero.
Perdiendo también se aprende y no cambiaría esas noches de casino por nada.
Pregunta
¿Ya fuiste a un casino?, ¿prefieres evitarlos? Y cuéntame, ¿qué actividades te sacan de tu zona de confort?
Imagen del thumbnail tomada de Memorias de Aguascalientes