Un competidor de amazon en el centro comercial
Hoy estaba terminando mi lista de pendientes cuando me topé con lo que puede convertirse en la competencia de Amazon. Si, ese Amazon. La chica que me atendió, en el local del centro comercial, lo hizo sin darse cuenta de lo que tenía entre manos. Amable, eficiente, y precisa revisó el modelo de mi celular en su app, me dió a escoger entre los terminados, puso la hoja de hidrogel en la impresora y mientras la impresora cortaba la mica seleccionada respondió a mis preguntas.
Salí del local con una mica nueva en la pantalla y una aplicación tangible de la “Mass Customization” o Personalización en masa que no esperaba ver hasta dentro de una década.
¿Y por qué un simple accesorio de celular me dejó tan emocionada? Porque no es el qué, sino el cómo. Hasta este punto, el ser capaz de fabricar algo en masa para aprovechar las economías de escala estaba peleado con la capacidad de hacer piezas únicas.
Si, podías mandar a hacer algo sólo para ti, normalmente con un mayor costo y mayor tiempo de entrega. O te podías ir por la opción genérica, de menor costo, disponible en el anaquel y que tú, tu mamá, tu mejor amiga y la prima de tu hermana tenían. Era una o la otra. No las dos.
Para los fabricantes también representaba un riesgo darte opciones: si querías tener tu laptop en otro color, tenían que tener o la pintura o la pieza en ese color. Si el color pasaba de moda o la pintura expiraba, se convertía en una pérdida para el negocio. O no lo tenían y perdían la venta. Así me pasó, antes de llegar con la chica de la impresora de hidrogel había pasado a un kiosko donde vendían micas pero no tenían el modelo de mi celular.
La impresora de hidrogel resuelve ambos problemas: no importa el modelo del celular que traiga el cliente, mientras esté dentro de los planos, se puede crear la mica en el momento que el cliente la necesite. El único inventario que necesitas es el de las láminas de hidrogel, que es de menor riesgo de obsolescencia que una mica en particular.
La diferencia en tiempo es negligible, te puedo apostar que se tardan lo mismo en sacar la caja en la que tienen la mica y localizarla que en abrir la app, escribir el modelo en el buscador y mandar la impresión, tal vez al asunto le agregas un minuto esperando que se imprima la mica.
Un minuto que vale la pena considerando que te dan más opciones que una venta tradicional: no sólo puedes escoger entre un acabado mate o brillante, también puede ser reflectivo para darte privacidad o diferentes cortes dependiendo si quieres o no que se cubran las cámaras, bocinas, etc.
La otra razón por la que me emociona es la banalidad. Es algo que ya está en el mercado, incluso si no vives en una gran ciudad o en un hub de tecnología. Las impresoras 3D son el ejemplo perfecto de la mass customization. Pueden imprimir prótesis de manos, piezas descontinuadas que necesitas para reparar un reloj de 1940 o un modelo del sistema solar para la tarea de tu hijo. Pueden si, pero ¿cuántas de ellas están disponibles para los ciudadanos de a pie?
¿Y eso que tiene que ver con Amazon? Que hay muy pocas cosas que superan la conveniencia de comprar por internet, ya sea en la compañía de Bezos, en Mercado Libre o similares. Lo hacemos porque nos da más opciones que las tiendas físicas. Tenemos 50 marcas distintas de tenis para correr al alcance de un clic, libros en todos los idiomas y todas las herramientas necesarias para desarrollar nuestro hobby, no importa que tan de nicho.
Pero claro, lo que hace cinco años era novedad, ahora asumimos que siempre va a estar ahí, ya no es magia que las cosas lleguen a tu puerta en tres días, ahora es un inconveniente. Y si no me crees, ve cuántos recursos se están destinando para hacer entregas el mismo día.
¿Qué pasaría si pudieras ir de compras con la seguridad de que exactamente el producto que necesitas va a estar disponible? Una hora de manejar en carro de tu casa a la tienda es menos tiempo que lo que te toma poner el pedido en línea y moverlo de donde esté hasta tu casa.
Espero que leer este newsletter te haya explicado porque regresé tan emocionada por una simple mica de celular. La tecnología va llegando una innovación a la vez, aunque no se vea tan revolucionaria.
Dentro de treinta años, cuando tus hijos no puedan concebir un mundo en el que la impresora 3D no haya sido parte estándar de los electrodomésticos del hogar, espero que te acuerdes de este correo.