Tiene rato que no platico de mi experiencia con la forma más controversial de perder el tiempo: si, esa app que empieza con T y viene de China. En resumen, después de 4 meses de estar subiendo contenido de Lunes a Viernes (ya lo considero parte de mi trabajo, así que los fines de semana me desentiendo) cada quincena tengo un video que sin llegar a ser viral, si consigue pasar las 2,000 vistas vs las 300-400 promedio. Básicamente el algoritmo y yo nos estamos conociendo nuevamente.
Ya sé que me debería de dar igual pero honestamente me da curiosidad ver si esos picos de vistas adicionales van a irse acumulando hasta llegar a un tipping point en el que las vistas promedio brinquen de 300-400 a los miles bajos. Ya les pasaré mi reporte en algunos meses.
Claro que para llegar a esto, he metido la pata dos que tres veces en el camino y de eso va el newsletter de hoy. Más con intención de que te rías de mi ingenuidad que de que aprendas, pero si algo aprendes, ya vas de gane.
Metida de pata #1. Activar la censura
Una de las formas más “flojas” de hacer contenido es utilizar un filtro que te hace preguntas al azar y tú te grabas contestándolas. El filtro me preguntó sobre un libro que no leería nunca y me fui por la opción fácil: Nazis. Le conteste que Me-in Kam-pf del amigo del bigotito, le di cargar y seguí con mi vida.
En la noche revisé y resulta que mi tiktok había perdido el audio y tenía como 25 vistas. Revisando vi que la única razón oficial para perder el audio era meterte con el copyright de alguien más pero aquí no era el caso, ni música tenía el video.
Mi teoría es que el haber dicho esa palabra + haberla incluido en los subtítulos activó algún filtro interno de tiktok que minimiza el alcance del video para evitar que la plataforma se llene de gente pro-esas-ideas.
Básicamente, me habían hecho shadow ban porque no me bajaron el contenido pero si limitaron cuánta y cuál tipo de gente puede verlo. Aprendí mi lección, bajé el video y volví a hacer otro.
Mi siguiente error también no fue obvio pero me di cuenta que lo había cometido por la cantidad de vistas.
Metida de pata #2. No respetar la etiqueta
Toda red social tiene sus propias reglas, escritas o no. Uno de los mayores no-nos es robarte contenido de otra gente y quererlo hacer pasar como propio. Vamos, que esta regla te la enseñan hasta en la escuela.
Pues estoy haciendo una serie sobre leer libros recomendados por famosos y hay un meme circulando por ahí con Pedro Pascal que según yo, quedaba perfecto para promocionarme. Hasta que me di cuenta que por más memes que vea, no tengo ni la más mínima idea de cómo hacerlos. (Para que vean que todo tiene su chiste). El meme se compone de un video corto de una película al que le sobreponen el texto y va con una canción en específico.
Pues buscando, encontré un usuario que había hecho una plantilla en la que está la canción y el video y no lleva texto para que tú lo puedas personalizar. Yo descargue el video, lo subí y según yo ya había quedado.
Ahora, si alguna vez te ha tocado trabajar con archivos de audio y/o video, sabes que en cada uno de esos archivos no sólo viene el audio o video sino que también existe la metadata que te da información sobre quién grabo, con qué cámara, en qué tiempo, etc.
Es por eso que cuando descargas un video de tiktok para postearlo en cualquier otro lado viene con una marca de agua y tanto Facebook como Youtube pueden saber que no estás creando contenido original.
Bueno pues tiktok vió mi video, vio la meta data del usuario que tenía la plantilla y asumió que yo estaba haciendo pasar su contenido como el mío. Y como el plagio está penalizado, nuevamente me dejaron postear pero después de 12 horas tenía 6 vistas. 6. Ni cuando postee mi primer video siendo una completa desconocida tuve tan poquitas.
De nuevo, aprendí mi lección, borre el video y decidí dejar los memes para los profesionales.
Mi tercer y último error lo detecté porque tuve la reacción contraria, en lugar de poco alcance, me empezaron a llegar likes de personas fuera de mi alcance regular.
Metida de pata #3 No revisar los hashtags
En mis pininos como tik toker, hacía contenido de cadena de suministro y cuando me topé con un artículo de Linkedin: Las 10 mejores empresas para trabajar pues decidí convertirlo en video. Las empresas eran algunas automotrices, consultoras y de alimentos.
Antes de publicar el video, decidí buscar los hashtags de cada una de las empresas, para ver si tenían vistas. Busqué Nissan y aparecían entusiastas de los carros y un par de Stock Bros invitándote a comprar acciones de esa empresa. Busque otras dos, vi que los resultados eran similares entonces puse los hashtags y ya.
Después apareció esto en mis notificaciones:
Si no saben que es un simp, se los dejo de tarea, vayan a buscarlo a urban dictionary. Y si bien, hay un mercado de chicas que se dedican a extraerle dinero a los simps vía redes sociales, esa no es para nada mi intención. ¿Cómo es que mi contenido sobre el top 10 de empresas mexicanas había cruzado el radar de alguien que se autodenomina “simp”? Les doy una pista, tenía que ver con los hashtags.
Si tú le dices a un mexicano Bimbo, va a pensar en el osito, los lonches que le hacía su mamá cuando iba a la escuela y panes dulces. En cambio, si tú le dices a un americano Bimbo, su imagen mental es…, bueno mejor te muestro lo que salió cuando ahora si, revise el hashtag que había usado:
Y lo del simp empezó a cobrar sentido. Las Bimbo americanas tenían mucho más peso que Bimbo-compañía-de-pan y al decidir en cual de los dos contextos estaba usando el hashtags, se fue por el más popular.
A diferencia de los videos anteriores, este lo deje arriba como recordatorio de revisar las cosas antes de mandar mi contenido a contextos desconocidos.
Aquí tenemos los tres errores, ¿y la entrevista?
La entrevista es una charla entre Chris Anderson (uno de los fundadores de TED) y Shou Chew, el actual CEO de Tik Tok.
Nos guste o no, las redes sociales tienen un antes y después de esta app, así que aquí discuten temas desde cómo se construyen las recomendaciones y porqué su algoritmo funciona distinto al de otras plataformas, cuál es la edad mínima que consideran que debes tener para volverte viral, cómo manejan la privacidad de los datos de sus usuarios, cómo reducen el componente adictivo y cómo los videos cortos están democratizando el acceso a la ciencia e ingeniería.
Si quieres poner algo de fondo mientras lavas los trastes, manejas o sales a caminar, esta charla no tiene pierde.
Te veo la próxima semana.